Entradas

Mostrando entradas de 2021

Ahora soy yo

Imagen
Me encontraba en un pozo profundo, del que creí no saber salir nunca. Braceaba tratando de no ahogarme, de mantenerme a flote pero, siendo sincera, no creí que aquello fuese a durar mucho. Tenía -y tengo- pavor al fracaso, me veía inútil frente a la pluralidad de éxitos que veía frente a mí, incluso cuando no eran para tanto alboroto. No era capaz de comprender que el éxito de otros no era mi fracaso, y eso estaba emponzoñando mi alma. Recuerdo estar frente a una taza caliente de nesquick, en un día no tan frío como parecía, lamentándome porque aquel que había hecho las prácticas conmigo, y había obtenido más nota en ellas, acababa de empezar a trabajar en un colegio privado. En uno de tantos a los que yo había mandado el currículum sin ninguna novedad. No era consciente de que, en apenas un día más, iba a recibir la esperada llamada, aquella que jamás esperé llegar a responder.  Llegó el esperado día, el día D. Pasé tres horas hablando con diferentes personas, mostrando la mejor d...

Enveneno

Imagen
He sido un fantasma, un espejismo, una idealización, llámalo como quieras, pero irreal. A veces yo tampoco sé quién o cómo soy, me confundo entre la imagen que quiero dar y lo que soy, mezclo ambas y se diluyen. Quizá por eso un día digo blanco y al siguiente digo negro, indecisa y contradictoria, por eso soy una ilusión, cuando quieres llegar a alcanzarme me desvanezco, porque, en realidad, nunca he estado.  He crecido creyendo que era menos que el resto, por eso siempre que conozco a alguien trato de caer bien, de sentirme a su altura, validada, reconocida. Busco la palmadita en la espalda que nunca he recibido en casa fuera de ella. Esto hace que también sea insegura con todo aquello que hago, nunca creo que esté lo suficientemente bien, que sea lo suficientemente bueno, o que merezca la pena, me suele costar reconocer en público, o en alto, mis logros, aunque internamente lo suelo hacer, salvo días puntuales. Eso no quita que tienda a necesitar un refuerzo positivo. Nunca he si...

Unión

Imagen
No soy un lobo solitario, no soy una desapegada, desprendida, ni cualquier otro calificativo que se os ocurra. Nunca he buscado estar en modo "sola contra el mundo", aunque lo haya tenido que estar en más ocasiones de las que me gustaría. Me gusta el grupo, me gusta el sentirme arropada y apoyada, supongo que porque nunca lo he tenido. No nos confundamos tampoco, no hablo de seguir al rebaño como un corderito, pero sí de verse parte de algo, que te reconozcan de algún modo y, a su vez, reconocerte en ellos y a ellos. Lo que estudiábamos en el último año de carrera acerca del reconocimiento de las personas de otra etnia y/o cultura, pero esta vez sin dichas connotaciones. Esta tarde estaba fuera de mi zona de confort, lejos de aquellos que componen mi familia, lejos de conocidos y amigos, allí yo no era nadie en particular, una cara entre tantos que solo tres personas reconocen a priori, aunque al final del día fuese alguna más. Y no pude evitar pensar en que, durante mucho ti...

Vocación

Imagen
Cuando era pequeña quería ser monja , porque eso me permitía estar a mis cosas, pensar, no interactuar con el resto del mundo y sentirme en compañía de aquel que me decían que era mi hermano y mi amigo, o sea, Jesús. Sentía por aquel entonces que era a lo que me quería dedicar, desde la ignorancia de una niña de seis años que desconoce más de la vida, claro está.  Crecí, y decidí que quería ser veterinaria . Me encantaban los animales, los gatitos, los perritos, las vacas de mi vecina, las ovejas de mi abuela, montar en los caballos de mis primos e ir a las ferias de ganado. Podría pasarme la vida entera entre animalitos. Me sabía todos los tipos de patos habidos y por haber e iba todos los fines de semana a una charca a verlos e identificarlos en una libreta. Había entrado en bucle, era una obsesión. Mis padres me compraron guías de razas de perros y de otros animales porque me embobaba con cualquier información nueva, hasta que supe que había que operar y ver sangre, entonces des...

Vivo en el pozo

Imagen
Hace unas semanas me di de bruces con una lista de películas con anotaciones que no sabía a qué se referían, cuando se supone que debería, y a una lista de temas de los que apenas conocía - o más bien recordaba - nada. Me di de bruces con que, quizá, cuando tenía 17 me equivoqué.  Recuerdo elegir la carrera sintiendo que era la opción que el cuerpo me pedía, que no podía hacer otra cosa, que no podía verme a mí misma en cinco años arrepentida de no haber hecho esto y, cuando terminé, me sentía satisfecha, sentía que no podría haber elegido otra cosa. De algún modo sentía que resonaba conmigo, que era lo mío . Hasta hace unas semanas. Me di cuenta entonces, un máster después, de que realmente no sabía nada, que no recordaba ni la mitad de las cosas, que no sabía por qué quería ser profe si no sabía de qué estaba hablando. Y fue cuando comprendí que la mitad de mis logros eran fruto de la casualidad. Una carrera aprobada con una nota mediocre porque he sido incapaz de darle el tiempo...

Oda al príncipe azul

Imagen
  Oh, el príncipe azul, el caballero perfecto por el que espera su dama. Una dama, como no podía ser de otro modo, perfecta, divina, deseando con todo su ser que la encuentren y la salven -porque todos sabemos que las damas necesitan ser salvadas- Ciertas personas padecen el síndrome de Peter Pan, pero es que muchas otras padecen el síndrome del Príncipe azul. No sabría contar cuántas veces he escuchado el mismo discurso, que por algún casual suele ir ligado a una suerte de victimismo. Llegan al mundo creyendo que son especiales, que ellos, por algún casual, son diferentes. La vida les ha dado una posición privilegiada, según su opinión, claro está.  Suelen ser aquellos que no se ajustan a la norma, que han sido relegados durante infancia y/o adolescencia a un segundo plano, los que en su recuperada confianza se creen que son especiales. Ellos poseen algo que el resto no. Claro que hay que hacer del vicio virtud y, ya que en el partido convencional no salimos del banquillo, va...

En la calle pasábamos las horas

Imagen
Me vuelvo a parar frente a la página en blanco, con una turbulencia de emociones interna que aún tengo que descifrar. Últimamente no dejo de escribir, supongo que porque así dejo constancia de todos y cada uno de mis reafirmantes emocionales, aunque sigo sin saber poner por escrito cómo sienta recuperar los zapatos. Hubo un tiempo en el que me sentía perdida en medio del mar, incapaz de ver tierra, sin ancla, sin bandera, sin barco y sin nada a lo que aferrarme. Sola y perdida, pero sabiendo nadar. Hoy puedo afirmar que he tocado tierra, que siento que de nuevo me pertenezco, como si hubiese vuelto a renacer. He de confesar que estas cosas me pasan, paso un tiempo entre la niebla pero ésta luego se disipa, siempre lo hace, y veo con más luminosidad mis pasos y hacia dónde voy.  Me he cansado de gente diciéndome lo que debería gustarme, lo que debería opinar, quién debería ser, o quién creen que soy. Lo siento, no lo soy. De algún modo todos creen que conocen a aquel que tienen dela...

No quiero dependencia(s)

Imagen
He estado siempre con las alas cortadas, atadas, inutilizadas, y quizá por eso mismo no soporto la dependencia. Mientras reconozco mi propia incapacidad para volar, reconozco la necesidad de sentirme libre en el resto de ámbitos de la vida. Supongo que hay personas a las que les gusta estar pendientes siempre, estar con constantemente. Desde luego para mí no es, no soy esa clase de persona, ni lo seré, porque no llevo bien dar cuentas a nadie, ni tener que publicitar cada paso que doy.  Quizá por eso mismo con él me llevo tan bien, por eso quizá con él, a pesar de las múltiples diferencias, no me he sentido condicionada, atada, ni dependiente de nadie. Porque somos dos y ninguno pretende colonizar los espacios del otro, eso es justo lo que necesito y lo que quiero. A lo que aspiro, digamos.   Estoy porque quiero, no porque te necesite para nada, sin ti funciono exactamente igual.  No llevo bien ver parejas que terminan por convertirse en gemelos, allá donde vayan van junt...

Camino sin andar

Imagen
Soy Caperucita roja frente al sendero, Dorothy mirando sus baldosas amarillas pero con miedo a poner un pie sobre ellas, bueno, miedo no, desconfianza. Miro hacia los lados, donde todas las personas que conozco avanzan por sus propios senderos, y es entonces cuando me quedo observando mi camino, sin ganas, o con muchas, pero no de cruzarlo, porque los de los demás parecen mejores ¿y por qué me ha tocado a mí este? Soy consciente de que no debo comparar mi sendero con el resto, no es justo para nadie, pero cómo no hacerlo cuando los demás parecen tener bajo las suelas esas franjas arco iris que te hacían ir más rápido en el juego de Crash y, en cambio, bajo las mías no hay nada, solo tengo frente a mí un sendero empinado, de los que sabes que te va a costar subir. Y observo a los demás conseguir cosas, metas y/u objetivos y me veo a mí, paralizada frente al sendero que no sé a dónde me va a llevar porque aún dudo de ser capaz de subirlo, y me autoflagelo cuando veo que alguien toma algú...

Orgullo

Imagen
  Como saberse, que no sentirse, o quizá es al revés, sola. Sola en medio de un montón de gente, y cansada, muy cansada, de controlar todo aquello que no puedo, de respirar pensando en que es solo un poquito más, aunque ese poquito ya se haya alargado cinco años. Supongo que a veces bajas los brazos y esperas a que la marea te lleve con ella porque, sencillamente, no tienes la fuerza suficiente para imponerte o, en realidad, ya no quieres seguir jugando a esto.  La culpabilidad instalada en mis costillas a cada paso que doy, o que me hacen dar, porque ojalá fuesen siempre mis propias decisiones, genuinamente mías y no condicionadas por el temor. Teniendo a quien debería comprenderme hostigando y, de algún modo, haciendo que me sienta culpable de mi propio cansancio, de mis propias emociones porque claro, él no soporta impertérrito cada día la losa que yo cargo. No quiero estar siempre en guerra, ni con ellos ni conmigo, qué lástima que sea estando en el fango cuando más produz...

Adiós, mariposa

Imagen
Me veo reflejada en el espejo, de nuevo, un ocho más aunque el primero fuese casi sin pretenderlo. Dos manos y unas tijeras cortan, justo por encima de los hombros, una melena que no ha vuelto a crecer desde hace ya dos años. Mientras caen los mechones por los hombros recuerdo que lo único bueno que me decías era, “qué bonito tienes el pelo, yo cuando tenía tu edad tenía la misma melena, igual de larga, todos me cortejaban por ello”. Quizá por eso, el día que tú soltaste la vida yo solté el miedo que tenía a cortarme el pelo y, mentiría, si dijese que fue, en cierto modo, como soltar una cuerda que no era consciente de estar sosteniendo.   Era ocho de marzo en la ciudad que yo llamo de luces, solo porque me dio la luz que había perdido, pero de esto ya hace mucho tiempo, el caso es que estaba en ella cuando era ocho de marzo, había atascos y mucha gente alzando la voz, haciendo ruido, suele ser un día bullicioso pero, a mí, que siempre tengo cosas que decir, ese día, se me cortó la...

Coming home

Imagen
Llevo tiempo escribiendo lo que siento y, en ese mismo tiempo, lo que siento se ha transformado lentamente en lo que escribo. Desgrano cada sentimiento que perturba mi débil corazón y este no podía ser menos, pues no en vano es uno de los más bonitos e intensos que tengo desde hace algunos años, lo más bonito que el baloncesto me ha dado, quizá a modo de recompensa tras tanto tiempo dedicado.  No tengo palabras suficientes para hablar del hogar, pero no haciendo referencia a una casa, porque nunca he sentido que lo fuese, siempre en tensión aquí dentro. Mi hogar son unos brazos que, no importa la pena que haya causado, no importa lo que haya salido por mi boca sin yo pretenderlo, no importan las lágrimas que haya provocado, no importa porque realmente es siempre y a pesar de todo, me reciben dispuestos a apretarme fuerte y decirme que ya está. Que me acunan hasta que se me pasa todo lo malo, que cuando me asusta el mundo, me protegen. Soy como el hijo pródigo que vuelve a casa, per...

Seis veintiséis

Imagen
Publiqué una foto que creí nunca atreverme a enseñar y recordé el pozo negro en el que muchas veces me encontré. Me recordé llorosa, apagada, triste y sin encontrar un clavo al que aferrarme, un motivo para levantarme cada mañana... Así que dejé de hacerlo. Pasaban los días mientras yo seguía llevando el mismo pijama y las mismas penas colgadas a la espalda. No puedo creerme, hoy, con 22, las cadenas pesadas que llevaba siendo tan niña, me veo tan cría y tan triste que no me reconozco. A veces tengo malos días, es inevitable, y pienso que todo es una mierda hasta que recuerdo que pisé el infierno y volví entera, o casi. Me miro la muñeca derecha y me paso la mano por donde un tiempo jamás dejé que nadie me tocase, por los recuerdos de las heridas que nunca se cerraban, por mis recordatorios personales de que nada será tan oscuro, tan duro, ni tan doloroso. Nada. Nunca. Hace unos años lloraba porque no desaparecían nunca de mi piel, lloraba pensando que siempre me acompañarían ¿para qué...

De sueños rotos

Imagen
Tenía construido un castillo de arena que se me desmoronaba entre las manos y yo no me daba cuenta.  Un día me entró un granito de arena en los ojos y me dejó ciega mientras creía que sobre mis manos aún sostenía mi castillo.  Un castillo de piedra dura, fuerte, que soportaría cualquier mal tiempo, que por nada se me derrumbaría, y cuando he abierto los ojos he visto que sobre ellas no había nada, aire, vacío. ¿Y qué haces cuando te das cuenta de que no tienes nada? ¿que era todo una ilusión? Tengo un pobre corazón que se tambalea mareado por la confusión, añorando una ilusión, un castillo de arena que ahora mismo dudo incluso de que haya existido. Parece que fue un sueño cuando con el alma llena de amor y esperanza construía sus alamedas y ahora me miro las manos y sobre ellas no hay rastro de lo que fue. Lo destrozaron sin que yo me diese cuenta y ahora no sé que hacer. He vivido demasiado tiempo con la cabeza en las nubes, aspirando a un ideal que creía haber alcanzado pero...