Fe, confianza, y polvo de hadas
Parce que parpadean las estrellas cuando ella las mira y es que la segunda a la derecha es su verdadero hogar.
Su aventura desde siempre era ser una niña perdida y después de todo nunca dejó de serlo y lo seguiría estando hasta que no le quedase otra remedio.
En su vida encontró el cálido lugar llamado hogar entre las hojas de los libros, en un colegio encantado cuya torre de astronomía rozaba el firmamento, en el bosque de Boundary, en la fortaleza de Limbhad, en una torre perdida en un valle, pero ninguno era como Nunca Jamás.

Cuando los niños se pierden si en una semana no se reclaman van volando a Nunca Jamás pero a ella quien iba a reclamarla si ni siquiera sabían que se había perdido, ya se le había pasado el plazo y nadie fue a buscarla. Era una Wendy crecidita a la que Peter nunca fue a visitar. Tantas noches con la ventana abierta esperando a que él apareciese e igual nunca vino porque ya estaba con ella.
La laguna de las sirenas, el árbol del ahorcado, el campamento indio y hasta el barco de Garfio, para ir solo necesitas fe confianza y polvo de hada y ella tenía las tres cosas pero algo le fallaba.
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