Florezco

Solamente pido después de años de reclusión, un mínimo de libertad, poder saborear con paciencia una pequeña porción de lo que son las alegrías, y en cambio, me lanzan balas. Balas que se hunden en antiguas heridas que al final nunca van a llegar a cicatrizar, simplemente seguirán sangrando eternamente, doliendo y yo en cambio me veo inmune ya al dolor que me provocan. 
Cada día estas paredes pesan más sobre mis hombros y creo que las rajas que se forman sobre ellas son porque las estoy rompiendo, sin darme cuenta de que es un espejo de mi alma, y las heridas son mías. No creo que pueda aguantar mucho más, son años y años de herida abierta, recibiendo balas perdidas. 

No estoy preparada para salir a flote, no después de años bajo el mar asfixiándome en mis propios miedos, pero creo que hoy me he sentido valiente, he visto que al final, todo es mejor que sentir el dolor ardiendo en los pulmones. Que nada puede ir a peor, y que al final merecerá la pena.
Y que me quiten lo bailao' dicen, ojalá haberlo descubierto antes, ojalá haber visto que el monstruo que tanto me asustaba, no puede conmigo, quizá me hizo fuerte el verme en el espejo de alguien que me pone encima de un altar. No he hecho nada malo, no he hecho nada. No merezco estas balas, estas heridas no son justas, y no tengo que callarme ante la sangre que dejo al caminar, porque no me tiene que doler respirar. He visto que puedo vivir dejando los pulmones florecer y que alegría, ojalá dure mucho.

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