Llegaste

Y entonces llegaste.

Cuando el mundo parecía pesar más que mi alma, cuando de verdad estaba al límite.
A un paso de perderme, de perder todo, incluida la esperanza, esa que dicen que es lo último que se pierde y en mi caso...lo primero.
Un simple paso que habría cambiado completamente a mucha gente, a esa gente tan gris, invisible, e inexistente a las que yo pensaba que importaba.
¿Cómo les va a importar si no son reales?.
Formas extrañas de mi cabeza de afrontar la realidad que me tocaba vivir, cuando el choque contra el muro de la verdad cada vez que abría los ojos en la fría mañana era demasiado fuerte, tan jodidamente fuerte que me dejaba tumbada asimilando que era lo que pasaba.

Y entonces llegaste.

No lo planee, supongo que tú tampoco.
Era una tarde, o una mañana, por aquel entonces todas las horas del día me parecían iguales, y los días se hacían tan largos como semanas.
Creo que era un Jueves, o tal vez un Martes ¿a quién le importa?.
Solo me importa que llegaste.
Voy a evitar ese momento de película en el que te describo como el huracán que cambia mi vida, que la vuela por los aires. 
Que limpia el polvo de mi abismo particular tiñéndolo de colores.

Porque no fue así.

Llegaste, sin que me diese cuenta.
Una discusión.
Una sonrisa.
Un sueño.
Cariño.
Y una llamada a las cinco de la madrugada por la que cualquier otro me habría odiado.
Pero tú no, tú sonreíste.
Y por eso eres diferente a todos.

Fue todo muy rápido, como a cámara lenta.
Y llegó un día en el que me vi junto a ti, y para mi sorpresa
no había abismo 
no había miedo
no había líneas surcando el pálido tejido.
Creo que en ese momento fue cuando vi que estaba pasando.
Y te lo agradezco.

Porque entonces llegaste...
y llegaste para quedarte.

Llegaste para ser la discusión sin sentido de las cinco de la tarde.
El bostezo perezoso a las diez de la mañana de un lunes en verano.
La película mala de la noche.
Y en general, todo lo demás.

Me iría ¿sabes?.

En el primer momento en el que tu acento se cruzó con mis palabrotas lo dije.
No quiero quedarme en la cárcel que supone este espacio para mí.
Y lo entendiste.
No quiero ser siempre la diana de los dardos envenenados.
Y lo entendiste.
No quiero seguir abriendo las heridas que llevo cosidas en el alma y que algún día te contaré.
Y lo entendiste.

No solo lo entendiste, me cogiste de la mano y nos fuimos.
Creo firmemente en que no volvimos.
Porque tú estás allí, y yo estoy aquí, pero nos fuimos.
Porque antes de ti yo no soy y antes de mí tú no eras creo
Y solamente por eso, sé que nos fuimos, pero ahora...
Dime que no volvimos
que no volveremos.

No quiero atarme a ti, pero no quiero desatarme.

Cierra los ojos,y deja la mente en blanco.
Si te concentras aún puedes vernos
a lo lejos
yéndonos...
Gracias por llegar.

(A thousand years- Christina perri)

Este es un proyecto para #UnaImagenMilpalabras de Reivindicando blogger podéis ver aquí la lista de participantes. Espero que os guste y la disfrutéis.

Comentarios

  1. ¡Uh! Me ha parecido un relato encantador. Tiene toda la gracia de la poesía pero cuenta una historia y ese descoloque de género me ha parecido muy adecuado. Al fin y al cabo, se trata de sacar cualquier cosa de una foto y de una canción, y tú lo has bordado. De verdad, me ha encantado :)

    ¡Un beso!
    Étincelle

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  2. Poético y conmovedor. La canción va muy bien con el tono, y hace un buen contraste con la imagen, me parece.

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  3. Me ha parecido bonito y ágil, no cuesta nada leerlo y eso se agradece mucho. Si digo la verdad, ya perdí el orden de lectura pero al menos sigo maravillandome con los relatos y el nivel que hay. Son todos tan diferentes y bonitos. De el tuyo lo que más me ha gustado es la fluidez, vas leyendo y es como el agua, directo y no hay trabas.
    Un fuerte abrazo de tinta,
    María

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