La noche de los fuegos artificiales.

He encontrado entre la agobiante multitud, una calma que llena el vacío que ha quedado en mi alma. He sido consciente de como mil almas en pena, huecas, vacías, y tristes, personas perdidas, ángeles sin alas, y con alas...pero rotas, entre tanto vacío encontraban un pequeño oasis en su propio desierto de dolor. Partícipe de como un par de acordes, entre focos de colores, capaces de iluminar nuestra fracturada existencia, conseguían que de alguna manera uniésemos nuestras voces, y también nuestra agonía, por unos minutos bajo la atenta mirada de las estrellas en verano. Y la he visto de nuevo, caminando con paso firme, aunque por dentro esté temblando. Como si pudiese resquebrajar el mundo en cada uno de sus pasos, como si realmente no llevase en los tobillos las cadenas del miedo que le impide salir volando. La he visto brillar bajo la luz de mil estrellas,entre las cuales ella era la que más destacaba, puedo trazar con los ojos cerrados, la curva de su cuello, y el movimi...