Enveneno

He sido un fantasma, un espejismo, una idealización, llámalo como quieras, pero irreal. A veces yo tampoco sé quién o cómo soy, me confundo entre la imagen que quiero dar y lo que soy, mezclo ambas y se diluyen. Quizá por eso un día digo blanco y al siguiente digo negro, indecisa y contradictoria, por eso soy una ilusión, cuando quieres llegar a alcanzarme me desvanezco, porque, en realidad, nunca he estado. He crecido creyendo que era menos que el resto, por eso siempre que conozco a alguien trato de caer bien, de sentirme a su altura, validada, reconocida. Busco la palmadita en la espalda que nunca he recibido en casa fuera de ella. Esto hace que también sea insegura con todo aquello que hago, nunca creo que esté lo suficientemente bien, que sea lo suficientemente bueno, o que merezca la pena, me suele costar reconocer en público, o en alto, mis logros, aunque internamente lo suelo hacer, salvo días puntuales. Eso no quita que tienda a necesitar un refuerzo positivo. Nunca he si...