Camino sin andar
Soy Caperucita roja frente al sendero, Dorothy mirando sus baldosas amarillas pero con miedo a poner un pie sobre ellas, bueno, miedo no, desconfianza. Miro hacia los lados, donde todas las personas que conozco avanzan por sus propios senderos, y es entonces cuando me quedo observando mi camino, sin ganas, o con muchas, pero no de cruzarlo, porque los de los demás parecen mejores ¿y por qué me ha tocado a mí este? Soy consciente de que no debo comparar mi sendero con el resto, no es justo para nadie, pero cómo no hacerlo cuando los demás parecen tener bajo las suelas esas franjas arco iris que te hacían ir más rápido en el juego de Crash y, en cambio, bajo las mías no hay nada, solo tengo frente a mí un sendero empinado, de los que sabes que te va a costar subir. Y observo a los demás conseguir cosas, metas y/u objetivos y me veo a mí, paralizada frente al sendero que no sé a dónde me va a llevar porque aún dudo de ser capaz de subirlo, y me autoflagelo cuando veo que alguien toma algú...