Cuando el pájaro vuele

Es la segunda vez que me enfrento al papel, con el alma apagada, como quien apaga una llama de un soplido. Una pena que a mí me cueste tanto encenderme de nuevo. Empiezo a pensar que esto no es para mí, que yo no puedo con este sin vivir. Que me dicen que parezco de hielo, cuando el único parecido es en lo quebradizo y frágil de la apariencia. Que cada día que pasa no entiendo que hice mal, cual es el pecado por el que pago cada noche con llantos prolongados sobre el colchón cuando nadie está despierto para sentirme, para sentir el dolor que se escapa en cada lágrima que rueda por mi húmeda mejilla. Envidia me da pensar que hay gente por ahí que se queja de palabras de apoyo constantes, de atención, y muestras de afecto...ojalá yo muestras de afecto, ojalá un "estoy orgullosa de ti" ojalá algo que no sean cuchillos clavados en lo que queda de mi amor propio. Solo espero que un día el pájaro acorralado vea la vía de escape y a pesar de tantos golpes contra los barrot...