Peter tiene miedo a volar
Sinceramente, llevo mucho tiempo sin manifestarme por aquí, lo que no significa que no haya escrito, o que no haya necesitado hacerlo en algún momento. También he de confesar que quizá este ha sido uno de los mejores años que he vivido, quizá en parte se deba a que, a pesar de todos los pesares, me he levantado feliz cada mañana por llegar a subirme a la tarima, pensar una vez más que me iba a caer de ella, y enseñar, hablar y debatir con los chiquillos, no tan chiquillos, que allí me esperaban. Si en algún momento dudé si lo de ser profe era para mí, os afirmo después de mi primer año que lo estaría haciendo el resto de mi vida y que voy a echar de menos a cada generación que lleve a EBAU (o el nombre que le quieran poner). Frente a mí se abre ahora un nuevo camino, siento que he cambiado en muchos más aspectos de los que querría haber cambiado, aunque en otros, muy a mi pesar, aún debo seguir trabajando. Me sigue costando no recurrir a la ira en lugar de manifestar cómo me estoy...