Caos
Soy los sueños rotos de algún vagabundo en una esquina,
la mirada perdida mientras buscas tu propia esencia.
Pero te buscas, y no te encuentras.
Es ese reflejo vacío en el frío cristal del espejo, lanada ahogando tus propios deseos.
Soy la pieza que no encaja nunca en ese puzzle de la sociedad.
Pero al final me encontré, o nos encontramos, frente a las vías.
No saltes.
Y no salto.
Encontrar la parte que me faltaba, la calma entre las corrientes del océano.
Volver a perderme cuando sonríes pero saber que volveré a encontrarme cuando me mires.
Que contradicción,
temer las ataduras pero querer atarme a ti.
Puesto seguro y con rumbo fijo.
Eran palabras ahogadas, pensamientos que nunca llegaron a formularse.
Apagón.
Y de pronto todo claro, todo volvía a tener sentido...por ti.
Temo algún día olvidar la calidez de tu risa, la tenue luz que ilumina tu mirada
y si algún día lo hago...
recuérdamelo.
Hablo desde la inexperiencia, desde la inocencia de no saber volar sin mis alas, de no saber seguir sin ti, por ser como ese sol en mi noche de invierno que ni yo entiendo.
Acabo cerrando los ojos para olvidar donde estoy cuando dan las 5 AM y sigo despierta, recordando...
Recordando que me quedan mil días a los que sobrevivir, añorando cuando vivía y no me pasaban los días.
Cuando la noche de me daba miedo y no ganas de llorar.
Cuando quedaban marcas y no heridas que nunca se van a curar.
Cuando tenía la mirada limpia y no era un alma atormentada.
Cuando no había fallos en mi muralla.
Pero eso era antes...
Ahora puedo amarte sin amarme.
Llamarme sin decir palabra.
Echarte de menos teniéndote al lado.
Ahora soy contradicción,
soy la tranquilidad del caos y la locura de tu cordura.
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